CULTURA: La Simbología del místico Dragón

El Dragón. Uno de los símbolos más frecuentes y complejos de la iconografía tradicional china. De hecho, este animal ya está presente en las terracotas neolíticas, en los bronces arcaicos o en los jades de la época Shang (XVI-XI a.c), hasta llegar a los bordados de los trajes de los Mandarinos de principios del siglo XX. Desde el punto de vista simbólico, el dragón representa uno de los puntos cardinales de la cosmología china y gira alrededor de conceptos fundamentales como la reproducción, la fertilidad y la actividad. A tal propósito, se retiene que el mismo está en poder de una especial carga mágica capaz de alejar los influjos maléficos.

QUE ASPECTO TIENE UN DRAGÓN?

Desde el punto de vista etimológico, la palabra dragón (del griego antiguo grakon y del latín draco) significa serpiente. En el curso de más de tres milenios de historia, este término se usa en las más distintas latitudes tanto para indicar serpientes reales como criaturas mitológicas, es decir, los dragones, que presentan algunas características similares a las de las serpientes pero con aspecto mucho más torvo y complejo... Trazaremos un perfil histórico-antrppológico de esta sugestiva figura mitológica, evidenciando las diferencias entre la concepción occidental y la oriental, deteniéndonos un poco más en China, país en el que la figura del dragón hoy en día es omnipresente y forma parte integrante de la vida cotidiana. Morfológicamente, los dragones chinos y más concretamente los dragones largos, son una síntesis de 9 animales diferentes: tienen cabeza de camello, cuerpo de ciervo joven, ojos de conejo (según otros de gamba), orejas de vaca, cuerpo escamado de lagartija (en Japón carpa), vientre de rana o serpiente, patas de tigre, garras de águila y alas de murciélago.

Las mitologías súmeras, acádicas y egipcias de los tres primeros milenios a.c son un baúl donde están contenidas las más antiguas tradiciones sobre los dragones, los cuales muy similares a las serpientes, representaban las fuerzas que impedían el correcto funcionamiento del mundo (sequía y carestías) y eran derrotados por los Dioses (en la mitología egipcia el Dios Seth mata al dragón Aposhis. En un texto súmero, el monstruo Labbu es vencido por el diós Enlil... Todos estos mitos se caracterizan por el mismo principio: la muerte del dragón en manos del diós es necesaria para que el orden del mundo sea defendido o protegido, en otras palabras, que la tierra vuelva a ser fértil y empiece a dar sus frutos.

Mientras en algunas partes del planeta, se le daba malos auguros y negativismo al Dragón, en Oriente le daban el valor de DISPENSADOR DE FECUNDIDAD Y DE VIDA, en China y en Japón, el dragón siempre se ha presentado en una actitud amigable, y en numerosas ocasiones corriendo en pos de una joya en llamas, el "rubí mágico", una especie de esfera punzante que algunos retenían símbolo del ruido del trueno. Para algunos, esta "perla brillante" de color rojo representaba la luna, para otros el sol o incluso el llamado huevo cósmico, una especie de cofre que contiene toda la energía humana concentrada.
El hábitat ideal del dragón era el agua, aunque también solía aparecer en medio de nubes o de olas. Sus violentas contorsiones no se atribuían a la violencia, a la rabia o a la maldad, sino a su fuerza, ímpetu y vitalidad. Por tanto, en China el dragón era concebido como un animal fantástico, bueno y juguetón, estrechamente vinculado a fenómenos naturales como, por ejemplo, el pasar de las estaciones o el conjurar una carestía a través de la llegada de la lluvia.
Se narraba que en abril el dragón abandonaba sus refugios terrestres o acuáticos para subir al cielo y hacer bajar la lluvia a la tierra entre relámpagos y truenos, anunciando el despertar de la naturaleza y de sus energías. Para los chinos, la breve aparición de un dragón simbolizaba la llegada de la lluvia debido al combate amoroso entre dos dragones de sexo "opuesto" (hubo un tiempo en el que algunos chinos se negaban a salir bajo la lluvia para no ser testigos indiscretos de estos combates), también la "aparición" del dragón podía venir acompañada del nacimiento de un futuro emperador.


ASTROLOGÍA, COSMOLOGÍA Y LOS MÍTICOS NUEVE DRAGONES

En 1244, un artista chino de nombre Chen Rong (1235-1260) pintó una insuperable obra de arte cuyo tema era la figura de los dragones. La obra, realizada en tinta sobre oapel, tiene por nombre Nueve Dragones y se conserva en el museo de Boston. La leyenda narra que Chen Rong pintó borracho y que como pincel usó su gorro empapado de tinta, para luego acabar los detalles con el pincel...
En la astrología china existe un período de 3600 años definido época, el cual es claramente múltiplo de 360, los grados de un círculo, la figura geimétrica perfecta. El círculo de cada época, la unidad temporal perfecta y circunscrita, al final de la cual se verificaban cambios radicales en la tierra, está a su vez compuesto por 60 ciclos mayores, llamados Dragones, de sesenta años cada uno. Cada ciclo mayor está formado por ciclos menores de 12 años. Los 12 años que forman un ciclo menor están identificados por una secuencia de carácteres llamados Zhi, las Ramas Terrestres, originariamente usadas para marcar los 12 meses que tarda Júpiter en completar su órbita en el cielo: los chinos todavía llaman a este ciclo de Júpiter Gran Año en el cual cada mes equivale a un año nuestro normal.
El ciclo menor se asocia al bestiario astrológico: rata, buey (o búfalo), tigre, conejo (liebre,o en Vietnam, gato), dragón, serpiente, caballo, oveja, mono, gallo, perro, cerdo (o jabalí). Para formar el ciclo mayor, cada signo animal es asociado a los cinco elementos que componen el universo: madera, fuego, tierra, metal y agua.
Si bien cada animal domina un ciclo de un sólo año lunar, el elemento expresa una energía que domina el ciclo de un bienio manifestándose según dos modalidades diferentes: un elemento será YANG, es decir, se expresará en su aspecto masculino y solar, mientras que el otro elemento será YING y se manifestará en su aspecto femenino y lunar...