Salvo esto, el diseño en sí, tampoco está mal, con lo que para evitar el gran tribal, o arriesgar... optamos por trabajar sobre el mismo trabajo realizado estilizándolo esta vez un poco y por supuesto sin tener que deshacer ningún tacón de bota... increíble cuando el tipo allí sentado me explicaba la historia del tattoo... Lo más increible, es que cuando ya le había acabado el nuevo trabajo, me enseña un segundo que se hizo en la pierna siguiendo la misma técnica...
Éste, no tiene arreglo posible y vamos a optar por taparlo totalmente, pero esto ya... en octubre, a mi vuelta de Lloret de Mar.
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