Ángeles y hadas, dos entidades extraordinarias. Ambas tienen semblanza humana, ambas son aladas, pero, la primera, pletórica de luz divina y espiritualidad, la otra, mágica e inaferrable. Una vive al lado de los hombres para protegerlos y guiarlos, la otra vive alejada de los hombres, en el bosque, entre los animales, en la naturaleza. Aún así, para muchas personas ambas figuras representan el modo de interpretar y aproximarse a algo superior y místico. Esta fuerte necesidad de abstracto y de inmaterial acaba tomando forma en el cuerpo de millones de seres humanos, que la reproducen de modo indeleble sobre su piel. Donde permanecerá para siempre incluso después de nuestra muerte, incluso cuando nosotros mismos nos hayamos convertido en energía.
Ángeles
Pocos son los que se percatan de su existencia y, entre éstos, pocos tienen en cuenta su presencia y la ayuda que pueden recibir en todo momento. Hablamos de los ángeles, el nexo de unión entre las realidades terrenales y las celestiales, aquellos que cantan gloria de su creador y que forman parte del Gran Concierto del Universo. Los ángeles seres espirituales, son el eslabón de unión entre el hombre espiritual y Diós purísimo espíritu. Al inicio, cuando fueron creados, fueron sometidos a la lucha entre el Bien y el Mal, pero una vez superada la prueba, al ser puro espítiru, ya no estuvieron sujetos a tentaciones de ningún tipo como lo están, sin embargo, los sere humanos. La palabra " ángel " deriva del griego antiguo y significa " mensajero ", enviado de Diós para ayudar a todos los seres, en especial al hombre, para que realicen los dibujos del creador. Los ángeles forman un ingente ejército, una inmensa multitud. Gran parte de ellos viven en el cielo y proclaman sin cesar la gloria del Señor; muchos otros viven junto a las personas que les han sido asignadas y en los lugares en los que tienen un cometido que cumplir. No es necesario ser " santos " para darse cuenta que todos estamos protegidos por los Ángeles, sobre todo por nuestro Ángel de la Guarda. Si tan solo nos parásemos un momento a escuchar, sentiríamos su presencia... leve como un susurro...
Hadas
El hada es un ser etéreo y mágico, una especie de espíritu de la naturaleza. Las hadas forman parte del Pequeño Pueblo, todas son de sexo femenino y tienen semblanza de una muchacha, muy grácil, de piel muy clara, casi nacarada. Son de pequeña estatura y llevan alas de insecto. A veces presentan leves deformidades, como partes del cuerpo de un animal: por ejemplo, pueden tener cola, pezuñas, garras, o bien orejas y ojos de animales. La mayoría de las veces estas características nos deslustran su aspecto gracioso y delicado, sino que más bien añaden ese efecto de inquietud y extrañeza que sólo quien tiene la fortuna de encontrarlas puede sentir. Viven mucho tiempo, pero, no obstante pueden alcanzar una edad muy avanzada, tienen la posibilidad de mostrarse bajo cualquier apariencia que ellas deseen, ya sea con aspecto de niña, de joven o de anciana. En efecto, tienen plenos poderes para transformarse en lo que deseen. Las hadas pueden asumir diferentes formas según el lugar y el momento, pero también en función de quien tienen delante. La materia de la que están hechas es sensible y fluida, para que puedan ser plasmadas en cualquier forma, incluso por el pensamiento y el sentimiento humano. Por ello, las hadas pueden asumir un aspecto u otro en función de las ideas o de los prejuicios de quien está pensando en ellas; son sumamente hermosas y etéreas si así nos las imaginamos y viceversa, se transforman en terroríficas y espantosas si la idea que tenemos de ellas es pavorosa. Son espítius naturales, y para encontrarlas, hay que ser verdaderamente especiales...
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